Berlín parece no querer aceptar empresas que lucran en zonas grises de la ley y le dijo basta a Uber, Airbnb y similares con las últimas regulaciones sancionadas.
Si bien se sabe que estas nuevas economías colaborativas no son siempre bien recibidas por los sectores más conservadores, durante muchos años tuvieron la posibilidad de probar los mercados y tratar de adaptarse a la regulación local, cosa que pocos hicieron y en muchas ciudades los efectos negativos para el ciudadano local habrían comenzado a notarse.
Uber
Cuando hablamos de medios de transporte, nos referimos a una estructura crítica de cualquier ciudad, en el caso del alojamiento tradicional (hoteles, hostels, etc) su poder de lobby puede ser un poco menos persuasivo.
Uber intentó ser una alternativa atractiva para el usuario local y el turista pero la legislación no se lo permitió, crearon UberPop pero pronto debió abandonarlo para terminar ofreciendo solo UberTaxi, algo así como EasyTaxi en nuestro país, donde podemos solicitar un taxi regular mediante la aplicación y hacer el pago online vía Uber.
En este caso y basado en nuestra experiencia, no hay demasiadas ventajas aparte de evitar la inversión de tiempo al momento de pagar. Al finalizar el viaje el taxista ingresa el importe y el mismo se debita de nuestra cuenta, cosa que si estamos de viaje y no contamos con dinero en efectivo puede ser una ventaja.
Airbnb, Windu, 9flats y similares
A partir de 1 de mayo de 2016, toda aquella persona o empresa que quiera alquilar una propiedad completa a turistas deberá poseer un permiso emitido por la municipalidad de Berlín, caso contrario no podrá operar a riesgo de tener que pagar una multa de hasta 100.000 €. El estado además, alienta a los vecinos a denunciar cualquier uso irregular en sus edificios.
Obtener el permiso no es simple, y muchos de los que han intentado hacerlo han sido rechazados. Mientras tanto Airbnb ha tratado de establecer contacto con la municipalidad para poder negociar, pero sin éxito. En cuanto a su competidor local, Windu, ha optado por la vía legal demandando al estado porque consideran que la medida atenta contra los derechos constitucionales de cada individuo al bloquear la libertad de uso de propiedad y libre comercio.
Las empresas hoteleras celebran esta iniciativa del gobierno ya que son por lo general las principales perjudicadas debido a que corren siempre en desventaja. Los hoteles están sujetos a regulaciones que deben cumplir si o si: pagos de tasas turísticas, acatar regulaciones sanitarias y de infraestructura más estrictas, etc. Cosas de las cuales muchos propietarios de alquileres temporarios han venido escapando gracias a la informalidad del sistema.
A este reclamo de las estructuras tradicionales, se le añade el de los inquilinos con el incremento constante del costo de los alquileres. Todo esto sumado a que en Alemania como muchos países europeos conseguir un departamento no es una tarea fácil (es un proceso de entrevistas y presentación de papeles mucho más complicado de los que estamos acostumbrados los latinos), y muchos propietarios han optado por el alquiler temporario en favor de maximizar ganancias – en 10 días un host puede ganar el mismo monto o más que con un alquiler regular en todo un mes -, dejando fuera estas propiedades del circuito normal de alquileres.
Visto lo sucedido en ciudades como San Francisco o New York, Berlín no quiso llegar al mismo punto y optó por la prohibición y proteger a sus hoteleros e inquilinos. O al menos eso es lo que quieren aparentar.
Aprovechando que íbamos a alojarnos en Berlín utilizando Airbnb en las últimas semanas antes de que entre en vigencia la prohibición, le hice una entrevista a nuestro host para tratar de entender un poco más la raíz del problema local y como se ven ellos, los propietarios, de cara al futuro.
Martín: ¿Hace cuanto que utilizas Airbnb para alquilar tus departamentos?
Fabian: Uso Airbnb desde 2011 y alquilo departamentos desde 2006.M: ¿Por qué comenzaste a usar la plataforma?
F: Me gusta el espíritu colaborativo y la idea de Airbnb y es muy fácil de utilizar.M: Si comparamos un contrato de alquiler regular y Airbnb, ¿cuál es más rentable?
F: No se puede comparar un contrato regular a largo plazo con el de un departamento completamente amueblado alquilado diariamente o semanalmente.La principal diferencia al alquilar un espacio amueblado es el trabajo alrededor de ello: organizar las reservas, asegurarse que todo este en su lugar en el departamento, coordinar la limpieza, reparaciones, lavandería, estar disponible 24/7 prácticamente, etc.
En un contrato regular, el foco está en hacer el mismo solo una vez. Por lo que alquilar a través de Airbnb o similares te da una ganancia mayor pero esa diferencia está asociada principalmente al tiempo extra invertido en la propiedad. Esta relación te da un ingreso un poco mejor pero tampoco podes hacerte rico solo con esto.
M: Como un host de Airbnb, ¿La compañía te informó sobre las nuevas regulaciones en la ciudad o los avances de las mismas?
F: Airbnb me recuerdo periódicamente chequear la legislación y políticas locales, pero nunca recibí información específica por parte de ellos sobre este tema (prohibición en Berlín).M: ¿Te pusiste en contacto con otros hosts en al misma situación?
F: Si. Hay una asociación llamada Apartment Allianz Berlin e.V. que apoya a gente de la ciudad alquilando sus propiedades. Hay muchos hosts en la misma situación que yo.M: ¿Cuáles son tus planes para el futuro? ¿Regresar al sistema de alquileres regulares a largo plazo?
F: No tengo ningún plan específico para el futuro, básicamente por todo lo que he invertido en los departamentos, no sería rentable si volviera al sistema de alquileres a largo plazo, en el peor de los casos, tendré que vender todo, lo que sería un desastre para mi. Por el momento estoy luchando por mis derechos y espero poder volver a alquilar lo antes posible.M: De acuerdo a las noticias, deberías obtener una licencia para poder alquilar tu departamento de manera temporal, ¿es posible obtenerla en tu caso?
F: Si, estoy utilizando todas las vías legales posibles para tratar de obtener mi licencia. Pero como es un asunto político, no hay intención alguna por parte del gobierno de la ciudad en permitir esto. Es por eso que decidí contratar un abogado para seguir esta disputa.Lo que ha sucedido en Berlín, es que hay un trasfondo político que es más o menos complicado de entender. La ciudad cometió varios errores en el pasado que hicieron que hoy sea más complicado conseguir un departamento de alquiler normal. Hasta 2009 la ciudad dio permisos para demoler miles de edificios de departamentos porque había demasiados en Berlín. Además, se vendieron más de 140.000 departamentos a inversores extranjeros. El gobierno local redujo la inversión pública en construcción de viviendas sociales, empeorando la situación. El mismo gobierno del Estado de Berlín alquila también más de 7.000 departamentos amoblados a través de una empresa pública llamada «berlinovo«.
Hay más de 40.000 compañías y freelancers alquilando departamentos con fines comerciales que deberían ser utilizados para vivir y al mismo tiempo hay cientos de miles de metros cuadrados de espacios de oficinas disponibles en la ciudad.
A pesar de todo esto, el gobierno decidió culpar a los 6.500 propietarios de alquileres temporarios de ser responsables de la crisis habitacional actual en la ciudad, destruyendo miles de trabajos y fuentes de ingresos en el camino. Sin tener en cuenta las consecuencias para la muy importante industria del turismo.
Al parecer en Berlín, no hay un solo causal de este problema inmobiliario como aparenta desde lejos, sino una seguidilla de malas políticas y decisiones a lo largo de los últimos años.
En tu caso, ¿utilizaste alguna de estas plataforma durante tus viajes?
Muy interesante tu post!
Cómo amo Alemania, trato de estar al tanto de las noticias del país (traducidas al español:)) y estaba enterada, pero tu diálogo con un propietario es info de primera.
Nunca he usado airbnb porque en mis viajes cambio de ciudad casi todas las noches y tampoco suelo tomar taxi, por lo que no puedo opinar al respecto.
Saludos! sigan viajando y compartiendo!
Buen articulo! El conflicto es solo economico, y el principal interesado/afectado es la industria hotelera, el Estado no puede prohibir esta forma de alquileres aunque si puede y debe regularlo. Los hoteles se tienen que dar cuenta que la calidad de servicio es lo que les va a permitir competir contra esto.