Egipto siempre ha estado en mi lista de destinos pendientes. Me acuerdo que en la secundaria, en un examen de historia sobre la época de los faraones en Egipto, escribí más de dos hojas completas, hasta que en un momento mi profesora me dijo entre risas que ya era suficiente. Saqué un 10, la máxima nota, pero sobre todo confirmé que este país era un tema que realmente me apasionaba.